El crochet tunecino o ganchillo tunecino, es una técnica por medio de la cual se llevan a cabo tejidos, complementando los puntos más básicos o populares de crochet con las ventajas del ganchillo. Esto nos brinda texturas muy bellas e interesantes como calados delicados o superficies más tupidas.
Se practica por medio de un ganchillo muy especial, que como mencionamos más arriba, recibe el nombre de tunecino. Este es mucho más largo que las agujas que utlizamos normalmente para tejer. Tiene la punta curveada hacia abajo en uno de los extremos, para poder enganchar la lana y entretejerla. Lo puedes conseguir en establecimientos que se especialicen en vender accesorios para crochet.
La peculiaridad del punto que se utiliza para el crochet tunecino, es que este siempre se iniciará por la derecha y se realizará a base de una especie de cadenas, formadas por el estambre, a través de un patrón que consiste en tejer de derecha a izquierda.
A continuación puedes observar un diagrama donde se observa claramente, el resultado final que se obtiene tras practicar esta técnica.
Utilizando el ganchillo tunecino, se pueden realizar trabajos muy bonitos y de gran atractivo visual, además quedan de un grosor muy resistente. Una buena idea para ponerlo en práctica, es la de realizar objetos que utilizamos a diario en el hogar, como este bonito cojín para los muebles de la sala. El estilo y color de la misma, puede influir bastante en la decisión de las gamas de estambre, si es que tú también te animas a realizar este proyecto.
También se pueden elaborar mantas muy calientitas. Esta de abajo en especial, parece ideal para llevar a un día de campo, pero seguro que resulta súper cómoda en invierno. Igual pueden tejerse prendas como chales, pantuflas, suetéres y medias, ¡solo debes poner a trabajar tu creatividad!